Un buen día, hace ya veinte años, un amigo modificó mi vida para siempre y, de un momento a otro, me vi explorando grandes enigmas de la historia, misterios de todos los tiempos que han sobrevivido en medio de civilizaciones que caen e imperios que se derrumban. El origen, el Edén, las pirámides, la tierra prometida, las líneas de Nazca, los moais, el 2012, temas controversiales y extraños, pero sobre todo fascinantes.
Los enigmas constituyen las más altas problemáticas dentro del árbol del conocimiento humano. Para desentrañarlos se deben cumplir tres condiciones: ampliar el paradigma de la ciencia, conservar muchos de sus conceptos y postular nuevas explicaciones, naturalmente, sobre la base del método y la irrenunciable búsqueda de la Verdad.
Desde muy temprano el sueño de viajar a los más recónditos lugares del planeta me acompañó. En el camino he visto paisajes inexplorados, pueblos místicos y una Tierra encantada, donde afortunadamente aún sigue viva la imaginación, el mito y la leyenda.
Es ahora, a las puertas del 2012, al poner en limpio mis registros de campo, cuando las piezas de aquel bello sueño comienzan a encajar. ¿Qué pretendo? Mostrar a las personas de corazón limpio un espacio de reflexión, que les permita, sobre todo, evolucionar y enriquecer el espíritu. Espero ser capaz de sacar a la luz cuánto he contemplado, proyectando fotografías y videos inéditos, con motivo de este primer ciclo de conferencias en el Instituto Cultural de Providencia.
Cristián